La izquierda, y más la española, suele presumir de aquello de lo que carece. Presumen de demócratas, y son autoritarios. Presumen de tolerantes, y son intolerantes. Presumen de igualitarios, y son discriminatorios. Presumen de solidarios, y son egoístas. Presumen de pacifistas, y son belicosos. Presumen de ecologistas, y son ecocidas.
Y presumen de transparentes, y son
más opacos que un agujero negro. La auditoría sobre los errores de la pandemia
que el ninisterio de Mortandad prometió hace un año ni ha empezado: el desgobierno
socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer lleva veintiún meses
demorando el momento de ponerse ante el espejo de su gestión.
De hecho, se supone que ahora hay
un comité de expertos designado, pero ni la metodología está aprobada ni se
sabe quiénes son esos expertos… si es que existen. Mientras, en otros países ya
hay investigaciones por la Covid, y hasta alguna cabeza ha rodado por las responsabilidades.
Por ello, y por mucho más…
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