Se ha atendido tanto a los caprichos de los supremacistas catalanes, se les ha dejado tanto hacer y deshacer a su antojo, que como niños malcriados creen que todos sus caprichos han de ser atendidos y todas sus exigencias cumplidas. Que se creen el centro del mundo -por no decir del Universo-, vamos.
La última (de momento, siempre de
momento) ha sido que una tal plataforma por la lengua ha denunciado a
tres marcas -Bimba y Lola, Pepe Jeans y Levi’s- por no usar el catalán en sus etiquetas.
Estos ceporros se creen que con ese dialecto del occitano que se hablaba en Barcelona se puede ir mucho más allá del extremo septentrional de la calle principal de Andorra la Vella…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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