No cabe descartar que las valoraciones realizadas por la clase política estadounidense respondan, no a una preocupación por el valorado (lo estáis haciendo mal y eso os perjudica), sino a mirar por salvaguardar sus propios intereses (lo estáis haciendo mal y eso NOS perjudica). Empero, eso no obsta para que la valoración en sí (lo estáis haciendo mal) sea acertada.
Tomemos en caso de lo ocurrido
hace algo más de un mes, cuando senadores demócratas (¡demócratas, no
republicanos!) estadounidenses criticaron al psicópata de La Moncloa, señalando
que España adopta puntos de vista fuera de la democracia en relación con
nuestra política exterior en Cuba y Venezuela.
Como digo, es indiferente que a los yanquis les preocupe lo que les pase a cubanos, venezolanos o, ya puestos, españoles, o bien que en realidad miren sólo por sí: el hecho es que, objetivamente hablando, España se está poniendo del lado de las dictaduras, porque no se está poniendo en su contra.
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