miércoles, 3 de noviembre de 2021

Sorpresas te da la vida...

La entrada de tapadillo en España del líder del Frente Polisario -una joyita que está acusado de crímenes bastante serios, tanto de tipo individual como contra colectividades- puede tener unas derivadas que nadie podía prever inicialmente.

Que el tirano marroquí se mosqueara era lógico: España había prestado ayuda a alguien que está levantado en armas contra él. Pero que la cosa tuviera consecuencias de puertas adentro es una novedad, novedad que debemos a uno de esos miembros del poder judicial que honran la toga que visten.

Porque la cosa no parece afectar sólo a la entonces titular de Exteriores, o a la entonces y ahora de Defensa (que parece estar saliendo bastante bien librada de todo esto), sino también al pasado y actual de interior, y hasta a la que fuera vicepresidente primera del desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer.

Es sintomático que quien haya asumido la defensa de González Laya haya sido la abogacía del Estado. Teniendo en cuenta que la buena señora (en el sentido grouchiano de la expresión) ya no es nadie, el disponer a su favor de medios del Estado sólo puede responder al deseo de querer prevenir errores o fugas de información… o posibles resquemores y despechos, que todos somos humanos.

En su declaración ante el juez, la ex ninistra afirmó que no se hizo ninguna verificación del pasaporte. No deja de ser curioso que sólo tres días antes hubiera declarado desconocer la existencia del pasaporte (falso) que su anterior número dos había entregado al juez… pasaporte que había sido expedido en Argelia el mismo día de su entrada en España.

En cuanto a las razones por las que no identifica a la X del caso Ghali, González Laya se despachó diciendo que sería como desnudar una parte muy seria de nuestra política exterior. Dejando aparte que hace mucho tiempo que España no tiene una política exterior que pueda calificarse de seria, lo que se está preguntando no es cuáles son los mecanismos que se siguen o las razones que nos guían, sino quién fue quien tomó la decisión.

Decisión que, en cualquier caso, ya sabemos de quién partió: del psicópata que dice que hicieron todo de acuerdo a la legalidad. Pero si no saben lo que es eso…

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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