Los miembros del desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer, o bien son tontos del culo (con ataques epilépticos, quizá), o bien se piensan que todos los españoles somos cortos de entendederas.
Porque no cabe ninguna duda que piensen
que el abolir la prostitución
vaya a tener algún efecto práctico en el llamado oficio más viejo del mundo.
Da lo mismo que el psicópata de La Moncloa y la marquesa de Villa Tinaja hayan
hablado del tema, o que esta última advierta -pecando de un optimismo desaforado-
que en dos años sólo se pueden sentar las bases.
Dando muestra de su ignorancia
supina, desde el sector neocom del consejo de ninistros apuestan por desincentivar
la demanda y perseguir a los que se lucran con la industria proxeneta y a los
que alquilan locales. Parecen no saber que el proxenetismo -no así el
ejercicio de la prostitución-, al igual que el tráfico de estupefacientes -no
ya su consumo-, es delito desde hace mucho tiempo.
Por otra parte, la norma sólo
afectaría a la prostitución femenina pese a las dudas que, por ejemplo, Vox ha
mostrado sobre si la regulación afectará a la masculina. El desgobierno
defiende que más del noventa por ciento de la prostitución es de
mujeres. Y tampoco admite dudas sobre la prostitución de transexuales, porque
según ellos la mayoría son y se sienten mujeres, aunque sin especificar
de dónde han sacado semejante dato (quizá se lo haya cocinado Tezanos).
Volviendo al párrafo inicial… las dos cosas son ciertas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario