domingo, 21 de noviembre de 2021

Proceso al proceso (317)

Históricamente, el Hexágono -nombre por el que también se conoce al país que está al otro lado de los Pirineos- fue un refugio para los miembros de la banda terrorista vasca de ultraizquierda, que paseaban por allí tranquilamente, seguros de que nunca les pasaría nada.

Pero nunca es demasiado tiempo. En algún momento, los gabachos debieron verle las orejas al lobo -o los colmillos a la serpiente-, y se decidieron a colaborar con las autoridades españolas en la caza y captura de quienes, so capa de unos ideales, no eran más que unos vulgares secuestradores, torturadores y asesinos. Es de suponer que algo parecido habrá ocurrido con los golpistas catalanes.

Hace años, yo decía en tono de broma que Santander era la provincia más grande de España, puesto que por el Este llegaba hasta Asia Central (el kirguís Talant Dujshebaev, nacionalizado español, jugaba en el Teka de balonmano) y por el Sur hasta el golfo de Guinea (el hispano ecuatoguineano Vicente Engonga resulta que nació en Barcelona -de lo que me he enterado al buscar datos para esta entrada-, pero yo le creía cántabro y, de hecho, empezó a jugar en la Gimnástica de Torrelavega).

Hablando en serio, al igual que los seguidores de Sabino Arana no renuncian a las provincias vascongadas situadas en Francia, es probable que sus correlatos catalanes alberguen, en sus mezquinos corazones, la aspiración de incorporar a los sedicentes países catalanes el Rosellón y la Cerdaña, que hasta no hace tanto tiempo formaban parte de la Corona de Aragón.

Y, como es mejor prevenir que curar, es probable que las autoridades galas hayan dejado de tomarse a risa -o de considerar una mamarrachada inofensiva, al menos para ellos- la corriente golpista catalana, y que por ello retuvieran en el aeropuerto de Perpiñán a una tal Clara Ponsatí, que fue miembro del consejo de gobierno regional presidido por Cocomocho, y que se dirigía a constituir el parlamento del consejo para la república.

Desgraciadamente, luego la dejaron marchar…

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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