Inasequibles al desaliento, impasible el ademán -es un decir, porque al psicópata de La Moncloa se le ve en la cara cuándo algo le contraría-, los criptocom españoles siguen empeñados en intentar engañar el mayor tiempo posible a cuanta más gente, mejor.
Lo malo es que al otro
lado de los Pirineos no se han enterado, y tienen la mala costumbre de decir
las cosas como son. Y así, en pleno debate en el Senado entre Sin Vocales
y Núñez Feijóo, mientras el primero alardeaba de sus medidas en materia
energética, que nos conferirían una posición de liderazgo en Europa, desde las
instituciones europeas soltaban que se trata de un plan inadecuado que
hace peligrar el suministro.
No, si cuanto menos hable, mejor.
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