Según los progres, a lo largo de la Historia se ha producido, por parte de lo que llaman heteropatriarcado, una constante, absoluta e inicua discriminación hacia todo aquello que no fueran varones heterosexuales: mujeres, homosexuales, transexuales…
Por lo visto, la manera
de arreglar eso es comportarse exactamente igual, pero en sentido
contrario: discriminemos a los varones heterosexuales. Aunque eso lleve a
contrasentidos, como criticar cosas que, desde una óptica puramente objetiva,
son tan injustas, o tan admisibles, como la contraria.
Nadie que no sea homosexual
puede representar un personaje homosexual (lo mismo vale para los transexuales),
pero cualquier homosexual o transexual puede representar a un personaje
heterosexual cisgénero. Ningún blanco puede representar personajes concebidos
como de otra raza, pero nada se opone a que personajes no blancos interpreten a
personajes -aunque sea históricos- blancos.
Y nada de convertir a un personaje femenino en masculino; pero, en cambio, es de lo más progre montar un Romeo y Julieta con dos mujeres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario