martes, 11 de octubre de 2022

Reflexiones atemporales CXXIV – La prueba del nueve del sectarismo

La prueba del nueve es una de esas cosas de las cuales sé el nombre, e incluso alguna vez supe cómo hacerla, pero que, en tal caso, he olvidado.

De acuerdo con Wikipedia, el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua define la prueba del nueve como cálculo sencillo que sirve para verificar el resultado de las operaciones aritméticas, especialmente en la multiplicación y en la división, fundado en que el resto de dividir un número por nueve es el mismo que el de dividir también por nueve la suma de sus cifras. Eso está bien, pero prefiero la segunda acepción, que es prueba clara que confirma la verdad o falsedad de una cuestión debatida.

Y, en este segundo sentido, hay un sistema bastante sencillo para averiguar si alguien es o no un sectario: plantearse si esa persona emitiría el mismo juicio, si reaccionaría igual, si la situación fuera a la inversa.

El caso se me planteó este verano, cuando un conocido (de izquierdas) defendió que el psicópata de La Moncloa utilizara el Falcon para cualquiera de sus desplazamientos. Dudo mucho que hubiera mostrado tanta comprensión de ser el primer ministro del Partido Popular. En cambio, un servidor, que más de una vez ha sido tachado de sectario (no por este conocido), admito que la boda de la hija de José María Aznar en el monasterio de San Lorenzo del Escorial, aun siendo perfectamente legítima, fue una chulería. Y pensaría lo mismo (vale, quizá un poco más) aunque el mandatario hubiera sido de izquierdas.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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