Un rasgo bastante típico de los izquierdistas españoles es poner a parir a la derecha por presuntos actos que la izquierda perpetra a mucha mayor escala.
Es el caso de la presunta huelga
de los sanitarios en Madrid (la presunción no va por la huelga en sí, que en
mayor o menor escala se produce, sino por la teórica motivación laboral, en
realidad inexistente). Los de la mano y el capullo ordenan por correo electrónico esconder pacientes de las listas de espera de las comunidades en las que gobiernan,
mientras impulsan las movilizaciones contra Isabel Díaz-Ayuso.
En mi pueblo, a eso, como poco,
se le llama hipocresía.
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