El imperio romano cayó por su propia podredumbre. El imperio español cayó por su propia magnitud, aunque los esfuerzos combinados de todos sus enemigos ayudaron bastante. La civilización occidental va a caer por su propia estupidez.
Y es que los enemigos de fuera
han logrado convencer a los estúpidos de dentro que todo lo malo que pasa en el
mundo es culpa de Occidente. Del Occidente blanco, cristiano, grecorromano, heterosexual.
Aunque quienes cometan los delitos sean negros, musulmanes, orientales o varios
de esos rasgos a la vez.
Esta reflexión derivó de la noticia
de que cinco policías habían matado de una paliza a un negro. Y la culpa era de
Occidente, aunque resultara que los cinco policías, sin faltar uno, fueran
también negros.
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