Vistas sus últimas actuaciones, la única conclusión lógica es que la egolatría del psicópata de La Moncloa ha llegado a tales niveles que ya sólo habla para sí mismo.
Porque ya no es capaz de
convencer a los suyos, mucho menos a los ajenos. Con una sexta ola rampante
campando a sus anchas por España, un gobernante responsable o uno que, al
menos, tuviera un poco de vergüenza, tomaría las riendas de la situación e
intentaría hacer algo.
Este miserable, en cambio, se ha
limitado a comparecer ante los micrófonos únicamente para anunciar la fecha de la conferencia de presidentes. Como de costumbre, siente pavor ante la
perspectiva de tomar alguna decisión que le pueda perjudicar, y sigue la
acreditada costumbre suciolista de repartir la mierda todo lo que pueda.
Por ello, y por mucho más…
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