martes, 7 de diciembre de 2021

Reflexiones atemporales LXXX – Se nos lengua la traba

Por las razones que sea, la lengua más hablada en la península ibérica es el español (castellano para los giliprogres). Esto no obsta para que, incluso dentro de España, existan otras lenguas, dialectos, variedades regionales y hasta jergas; pero, y esto lo consagra la Constitución española, en todo el país sólo hay un idioma oficial, que todos tienen el deber de conocer y el derecho a usar.

Otra cosa es que esa otras lenguas -con las que apenas se puede salir de la región en que se hablen, mucho menos dar la vuelta al mundo, al contrario de lo que ocurre con el español, con el que uno puede ir hasta la China… la comunista y la otra, que diría Pérez-, siendo como son depositarias de cultura, merezcan cuidado o protección.

Pero eso es una cosa, y otra muy distinta utilizarlas como herramientas de discordia o enfrentamiento… o como fuente de ingresos para una panda de aprovechados que están dispuestos a inventarse una lengua que no es tal, sino un conjunto de dialectos apenas inteligibles unos con otros, como ocurre con el vascuence o el bable.

Dejo para el final el esperpento de reclamar el llamado andaluh. Dejando aparte de que -como ocurre con el español- no hay una única lengua, sino (al menos) tantas variedades como provincias, todo viene, claro está, de la extrema izmierda, que además de soltar una parrafada llena de palabras polisilábicas, se inventan una presunta superioridad autoconcedida del español sobre las demás lenguas que se hablan en la península ibérica.

Vamos a ver, panda de ignaros: el español no es superior ni inferior. Simplemente, se habla más, en más sitios y para más cosas. Y punto.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!

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