Dice un viejo pareado (disparejo) español El maestro Ciruela,/que no sabía leer y puso escuela. Deduzco que el dicho hace referencia a aquellos que, sin tener la más mínima cualificación en una materia, se las dan de entendidos en el tema (algo que podría predicarse, por ejemplo, del gremio de los titirizejas sobre cualquier asunto concebible).
Con el advenimiento de
la transición, la cúpula directiva del PSOE tenía un cierto nivel académico y
profesional: al fin y al cabo, se habían formado en el sistema educativo y
laboral del franquismo, que será lo que fuere, pero tenía una relativa
exigencia. Andando las décadas, los sucesivos cuadros directivos del partido de
la mano y el capullo se han ido instruyendo (tómese la palabra en el sentido
más amplio posible) en el cada vez más depauperad itinerario formativo español,
empeorado por las sucesivas normas sobre la materia. Dado que cada vez que el
PP ha sacado una norma que buscaba mejorar algo la situación, el gremio se ha
opuesto frontalmente a aplicarla, la cosa no ha hecho sino ir a peor.
Muestra de lo que digo
es el caso de la esposa del psicópata de La Moncloa, cuya única cualificación
es dormir en el colchón que duerme (de qué me suena eso…). Desde que su marido detenta
la presidencia del desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de
padecer, Begoño ha disparado su actividad profesional pese a no tener un
título universitario ni formación alguna.
Tiene cuatro líneas de negocio, una de las cuales incluye asesorar en competitividad social (sea eso lo que sea) usando una cátedra de la Universidad Complutense.
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