No recuerdo quién fue y si la frase era exactamente así, pero alguien vaticinó hace tiempo que llegaría la época en que fuera delito decir la verdad. Al parecer, esa época ha llegado.
Porque resulta que un sedicente periodista
pretende irse de rositas al llamar defraudador confeso a la pareja de la
presidente de la comunidad autónoma de Madrid, pero la jefa de filas de los de
la mano y el capullo en el consistorio madrileño ha anunciado una querella contra el primer edil de la Villa y Corte por definir al PSOE como una organización
corrupta.
Cuando la realidad es que lo ha sido, lo es y, según todos los indicios, lo será siempre.
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