Las denominaciones de los partidos políticos suelen ser completamente contrarias a lo que significan literalmente los términos empleados: el PSOE no es socialista, no es obrero, no es español y no está partido (es más monolítico que nunca); el PP es cualquier cosa menos popular; los neocom son un quiero y no puedo; los cocuquistas no hacen más que restar… y así sucesivamente.
En Alemania, el partido de extrema derecha
(lo que llaman neonazis, olvidando que los nacionalsocialistas nacieron,
como el fascismo, en la izquierda) se llama Algernativa por Alemania. Pero
prometen lo que llaman remigración (deportaciones masivas de
inmigrantes), el reenciendido de las centrales nucleares, tirar todos los
aerogeneradores, la salida de la Unión Europea, mantener las centrales de
carbón… y volver al gas ruso.
Extraña manera de trabajar por Alemania, esa de pasar a depender de los caprichos de Moscú…
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