Uno de los defectos de los giliprogres de todo pelaje y condición es juzgar los acontecimientos históricos con el rasero de los criterios actuales, en lugar de valorarlos en relación al contexto en que se produjeron.
En esto, como en tantas otras cosas,
demuestran su profunda estupidez, puesto que no tienen en cuenta que, andando
el tiempo, son ellos los que podrían ser considerados inaceptables por los nuevos
giliprogres (o nuevos giliconservadores, tanto da).
En el día de los Inocentes nos despertamos
con la noticia de que la cancelación woke acechaba a uno de los mayores
genios musicales de la Historia, Beethoven, por ser un hombre blanco, esclavista y acosar a cantantes adolescentes. De hecho, parece que la Orquesta
Sinfónica Nacional de Estados Unidos sólo puede interpretar un ciclo de
Beethoven junto con las obras de dos compositores afroamericanos, ninguno de
los cuales presumiría de estar a su altura.
Pues nada, que se queden con los musiquitos progres, que yo disfrutaré del genio de Bonn.
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