La realidad es tan versátil que resiste casi cualquier tipo de intepretaciones. Tomemos, por ejemplo, los incendios que han asolado la zona de Los Ángeles a comienzos de año.
Los progres dirán que todo es culpa del
cambio climático, provocado a su vez por la actividad industrial, que es un
resultado del capitalismo, que se mueve por la ambición de los ricos que,
naturalmente, son de derechas. Pero hagamos, no un análisis inverso, sino una exposición de los hechos.
Como por ejemplo, que los demócratas llevan
décadas controlando la ciudad y el estado de California (lo cual me lleva a
pensar en Schwarzenegger, que diría que era republicano, pero…).
Como que se han seguido los postulados de los
ecologistas sandía, suprimiendo cortafuegos, quemas controladas o
limpiezas de maleza.
Como que la alcaldesa demócrata -la única autoridad
que podía firmar el decreto para permitir que la Guardia Nacional pudiera
ayudar en las tareas de extinción- se había ido a Ghana en viaje oficial a
pesar de que había alerta roja por riesgo de incendios.
Como que se había reducido el presupuesto del
cuerpo de bomberos. Como que a su frente se había puesto a una lesbiana (nada
que objetar) cuyo objetivo declarado de gestión no era apagar mejor los
incendios, sino aumentar el porcentaje de mujeres y minorías raciales y
sexuales en el cuerpo. Como que los dos cargos más importantes además de ella
también eran lesbianas.
Como que no se han construido presas nuevas y
se han derribado e inutilizado un buen número de ellas.
Como que en California las compañías
aseguradoras no pueden subir las primas: existe una comisión encargada de
aprobar sus peticiones. Y cuando decidió no hacerlo, estas empresas empezaron a
abandonar el mercado californiano negándose a renovar las pólizas que tenían.
De modo que la mayor parte de las personas que han perdido su casa tendrán que
reconstruirla de su bolsillo. Y eso si les dejan, porque los permisos de
construcción tardan años en otorgarse, cuando se conceden.
¿Te suena alguna de estos hechos, querido lector?
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