La que fuera primera ministra del Reino Unido -y, con seguridad, la líder conservadora más importante desde Winston Churchill y hasta el día de hoy- dijo (creo) algo así como que el socialismo funciona mientras dure el dinero… de los demás (y si no lo dijo, debería haberlo dicho).
La tucán de Fene ha ido un paso más allá en
esa tendencia rapiñadora de los epígonos de Marx, y ha exigido que se
constituya por Ley un fondo para que todas las reformas de los barrios y
viviendas de los vulnerables sean costeadas por los presupuestos
generales del Estado, es decir, por todos nosotros.
Dicen que, puesto que la derecha es la
ideología de los ricos y la izquierda la de los pobres, a la izquierda le
interesa que haya, cuantos más pobres, mejor. Ahora la vicepresidente del
desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer pretende,
además, que todos le paguemos la casa a sus votantes.
A sus votantes… potenciales, claro está.
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