Justo
el día que comentaba que el ministro Grande afirmaba que el Gobierno no tenía
que arrepentirse de nada, saltaron dos titulares, como si hubieran
estado esperando a que saliera mi entrada.
El
primero de ellos fue que el ninisterio de Sanidad reconoció -es de
suponer que filosóficamente, para hacer honor a la profesión del titular del
departamento- que sus datos son un caos -ellos hablaron de discrepancias-
y que no sabían a qué se debía (puesto que estaban tratando de saberlo). Eso,
mientras el número de fallecidos en las veinticuatro horas anteriores, que llevaba
una tendencia descendente, volvía a subir, y la Comunidad de Madrid detectaba
seis mil muertos más que las fuentes gubernamentales.
El
segundo fue que el ninistro de Consumo -ese comunista que inventó la
pólvora cuando afirmó que las apuestas deportivas habían bajado… ¡cómo no iban
a hacerlo, si no hay deportes sobre los que apostar!- anunció que era inminente
el control de los precios sobre mascarillas, geles y guantes… el mismo día que
Sanidad tenía que ordenar la retirada de un lote de casi ciento cincuenta mil
mascarillas defectuosas que se habían repartido a varias comunidades autónomas.
Debe pensar que, con el precio controlado, podrán tirar más veces el dinero sin
necesidad de gastar más. Porque el que Andalucía haya recibido cuatro veces más mascarillas de Inditex que del desgobierno no es sino una muestra más de la
inepcia criminal de socialistas y comunistas.
Por
ello, y por mucho más…
¡¡¡EL
GOBIERNO ES RESPONSABLE!!!