Los
liberales creemos en la igualdad de oportunidades, sin discriminaciones. El que
vale, vale, y el que no vale, no vale.
La
izquierda -y la derecha maricomplejines, a lo que parece-, en cambio, cree
en los subsidios, las ayudas, las discriminaciones positivas. Aunque sean
contrarias a la razón, al sentido común y hasta al Derecho. Menos mal que, en
algunas ocasiones, vienen los tribunales a poner las cosas en su sitio.
Es
lo que ha pasado con una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de
Canarias (y no de Las Palmas de Gran Canaria, como dice el artículo,
puesto que los tribunales superiores de Justicia son un órgano jurisdiccional
autonómico, no provincial), que ha condenado a la Seguridad Social en relación con
una norma que atribuía un complemento en la pensión de jubilación, pero
únicamente a las mujeres.
Un
varón recurrió para pedir ese complemento, y ese varón ha ganado el recurso. La
Seguridad Social admitió el fallo y no recurrirá; además, el ministro de
Seguridad Social anunció que modificarán la ley para solucionar este problema y
que no vuelva a darse en el futuro. Hay que señalar que en un primer momento el
Estado denegó la ayuda al recurrente, pese a que el Tribunal de Justicia de la
Unión Europea (alguna vez tenía que aceptar) dictaminó que existía una
discriminación por género (¿no será por sexo?) en esta ley.
Bien
está lo que bien acaba…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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