Con
lo inteligente que es –que lo es, y mucho-, Gerardo Piqué dice a veces unas
tonterías más grandes que, por emplear un referente barcelonés, la catedral de
la Sagrada Familia de Barcelona.
El
fin de semana anterior a las algaradas feminazis que, según todos los indicios
-y todas las previsiones también-, fueron a la expansión del COVID-19 como el
echar gasolina a un fuego, en el estado Santiago Bernabéu se enfrentaron el
Real Madrid y el Fútbol Club Barcelona. El resultado final fue de dos goles a
cero para los locales. Ambos goles se consiguieron en la segunda parte; la
primera, por lo visto, fue para olvidar.
Según
el central culerdo, el Real Madrid de la primera parte es de los peores que me he encontrado en el Bernabéu. Quizá, pero aun así no le
pudieron hacer un gol, lo que dice mucho de lo malo que es también el
Barcelona.
Ay,
Gerardo, Gerardo, qué bien harías no abriendo la boca más que para comer… y
besar a la parienta, quizá.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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