Parece
que hubiera pasado mucho tiempo, pero sólo han pasado dos semanas desde que la
sedicente Unión de Actores (¿sólo de actores? ¿Y las actrices? ¿Y
las/les/los intérpretes transgénero, o de género fluido, o no binarios o…? Por
Dios, cuánto heteropatriarcado verbal… Vale, al leer el artículo veo que es
también de actrices, pero seguimos con el heterocentrismo) excretara una
propuesta consistente en un parón de cuarenta y ocho horas en las redes sociales los pasados diez y once de Abril para que la cultura (o lo que
ellos entienden por cultura, que eso es otro cantar) no estuviera presente en protesta
por la decisión del Ministerio de Cultura de no adoptar medidas específicas
para la paliar la crisis en el sector.
A
este respecto tengo que decir que, personalmente, no les eché en falta lo más
mínimo. Hago un uso regular de diversas redes sociales (Facebook, Instagram,
Twitter…), pero, claro está, no voy siguiendo a este tipo de personajes. Por
ello les habría animo a que siguieran por su silencio por tiempo indefinido: es
dudoso que nadie les echara de menos, la verdad.
Por
ello, y por mucho más…
¡¡¡EL
GOBIERNO ES RESPONSABLE!!!
(aunque
esta vez sea de algo bueno, je je)
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