Un
defecto común en la izquierda española -básicamente, en el PSOE, que algunas
veces se ha disfrazado de partido español; los comunistas, poco los
anteriores y nada los actuales, raramente se han sentido identificados con la
Patria y sus símbolos- es, cuando están en el poder, tender a confundir partido
y Estado.
Y
no me refiero sólo a efectos patrimoniales o pecuniarios, sino también
institucionales. Si alguien critica las declaraciones, actitudes o actuaciones
del Gobierno, ellos gritarán a los cuatro vientos que se está criticando a
España; si alguien osa oponerse a las decisiones gubernamentales, es que está
contra España; si los partidos de la oposición no acepta la llamada de un
inútil que, por desgracia para España, ocupa la presidencia del Gobierno, el país no puede contar con ellos… aunque la llamada esté hecha para tapar las
vergüenzas, diluir la responsabilidad y esconder la culpa.
Por
ello, y por mucho más…
¡¡¡EL
GOBIERNO ES RESPONSABLE!!!
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