No sé si es que la izquierda española convierte en mierda todo lo que toca, o que posee una especie de copromagnetismo que hace que todo lo que es putrefacto y hediondo converja hacia ella.
Tomemos el caso de la asociación feminista que hace los peritajes de abuso sexual en Andalucía. En teoría,
una asociación que defienda a las mujeres es respetable… siempre y cuando no se
dedique a atacar a los hombres por el mero hecho de serlo, claro (lo sé, lo sé,
pido un imposible). Y una asociación que intervenga en delitos de abuso con el
ánimo de esclarecer la verdad y castigar al culpable es más respetable todavía.
Pero si esa asociación está presidida por la llamada perspectiva de género (degenerada, habría que llamarla), y se dedica a inducir o sugerir las respuestas de los menores, dirigiendo su testimonio, entonces… a la trena con ellas, hasta que las ranas críen barba.
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