domingo, 28 de agosto de 2022

Que se pongan tapones

La historia del comunismo internacional en general, y del español en particular, no es sino un continuo renombrar el producto a ver si los incautos siguen picando.

Primero fue el Partido Comunista. Luego, Izquierda Unida. Después, Podemos. A continuación, Unidas Podemos. Y la última iteración en esta continua huida hacia adelante la ha protagonizado Egolanda, que se ha sacado de la manga un nuevo nombrecito, denominado Sumar, la mayor parte de cuyas caras -todas mujeres, mire usted por dónde- o están procesadas o van camino de estarlo.

En la presentación del engendro no estuvo ningún líder de Podemos. Algo, por otra parte, nada de extrañar: en la creación de Izquierda Hundida no estaba ninguna de las figuras históricas del Partido (cuando el sustantivo lleva la inicial en mayúsculas es siempre el comunista), empezando por el genocida de Paracuellos del Jarama; y cuando nació Potemos, ninguno de los líderes históricos del anterior invento de extrema izquierda fue convocado. Vale, sí, estaba Alberto Garzón, pero ese oficiaba más bien como enterrador del cadáver de la hoz y el martillo.

Yoli Tenacillas, con ese estilo sincopado que pone las pausas en la frase donde le sale del chichi y que tanto me enerva, anunció que iniciaba un proceso de escucha con el que recorrería toda España.

Pues que hagan caso de la sugerencia que da título a esta entrada, porque la pitada (suponiendo que alguien condescienda en prestarles la más mínima atención) va a ser de aúpa.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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