Como repito con relativa frecuencia, en economía hay dos modos de hacer las cosas: el que sigue la izmierda, y el correcto. Con sus matices, pero el sistema de libre mercado ha demostrado ser el mejor para asegurar la creación y el reparto de la riqueza.
Por ello, mientras en
regiones como Cataluña (o España a nivel estatal) se lían a promulgar normas
con una fruición casi orgásmica, hace un par de meses la comunidad de Madrid
aprobó que todas las empresas de España pudieran operar en la región sin licencias adicionales.
A ver, sin esforzarnos demasiado: ¿dónde es más probable que elija ir una empresa regional en España, a Madrid o a Cataluña? Pues eso, blanco y en botella.
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