La justicia europea parece que, como la española, progresa, aunque sea lentamente. Quizá porque, como en España, no hay bastante jueces buenos (no entro en si son buenos jueces o no, porque no valoro su pericia profesional, sino sus principios éticos).
Viene esto a cuento de que,
a mediados del mes pasado, saltó la noticia de que las justicias española y europea cercan a Borrás y Puigdemont, en el sentido de que el abogado general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea da la razón a Llarena y cree que Bélgica se extralimitó con la euroorden de Puigdemont.
A todo cerdo le llega su san Martín, parece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario