Comprendo que, por mor de la brevedad, los titulares de prensa deben tirar de metáforas y sobreentendidos para no llenar la página sólo con la cabecera de la noticia. Pero una cosa es eso (y seis son media docena), y otra muy distinta poner algo que es un improbable metafísico.
Dice el titular refiriéndose a la
Princesa de Asturias, que acaba de comenzar sus estudios militares en la
Academia de Zaragoza, la imagen de Leonor en su salida con sus amigos cadetes de la academia militar. Evidentemente, lo que critico es la palabra
amigos, quizá porque es un término al que yo doy bastante importancia y
que no aplico así como así.
La heredera del trono de España
llevaba apenas una semana (o menos) en la Academia del Ejército de Tierra. Por lo
tanto, apenas podrá haber trabado relación con algunos de los que, al igual que
ella, están recibiendo allí instrucción (en el sentido castrense y en el
académico).
Sumémosle a eso el hecho de ser
ella quien es. Esa circunstancia impondrá reparo a quienes relacionen con ella
-aunque tenga la simpatía y campechanía que tradicionalmente se atribuye a los
Borbones… aunque la sangre Grecia y la Ortiz me da que pueden haber aguado la
cosa-; y, por otra parte, a poco que esté bien educada -y estoy convencido de
que lo está-, sabrá desconfiar, al menos de primeras, de quienes se acerquen a
ella.
Por lo tanto, amigos, lo que se
dice amigos… compañeros, tal vez; camaradas, todo lo más.
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