Que las palabras de Paulino Iglesias en su estreno parlamentario -este partido (...) estará en la legalidad mientras la legalidad le permita adquirir lo que necesita; fuera de la legalidad, como han estado todos los partidos, cuando ella no le permita realizar sus aspiraciones- siguen vigentes lo demuestran dos cosas.
En primer lugar, que en su más que centenaria
historia ni uno solo de los de la mano y el capullo, que se sepa, han abjurado
de ellas (como tampoco los epígonos del orate con boina han abjurado de sus
dislates). En segundo lugar, que a la que se descuidan demuestran que para
ellos la democracia no es más que una conveniencia, un medio, una manera de
seguir detentando el poder.
Hace nueve décadas lo decían a las claras. Ahora, hace falta un indocto como Paco Nadie para soltar al Partido Popular, en sede parlamentaria, referencias a su querida Casa Real. ¿Quiere esto decir que en Ferraz no la quieren? ¿O que no la consideran suya?
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