martes, 18 de junio de 2024

Sustrayendo

Si en la reflexión atemporal de hoy hablo de las elecciones europeas, así en general, en esta segunda entrada del día me dedicaré a las consecuencias (fueron rápidos, por una vez) en una formación concreta: la de los cocuquistas.

Digresión: como ocurre casi siempre con la izquierda, la distancia entre las palabras y los hechos no podría ser mayor. La formación -el partido, pero también la plataforma (o lo que sea) electoral (o política) se llama sumar, pero desde su creación no ha hecho más que perder, perder y perder (elecciones y votontos).

A lo que vamos: al día siguiente hicieron una valoración en la que, cosa extraña en cualquier formación después de cualquier comicio (con la posible excepción de la Unión de Centro Democrático en 1.982), reconocieron que no habían sido buenos resultados, avanzar la posibilidad de una estrategia fallida, señalar que se impone una reflexión estricta y profundamente política (¿perdón? ¿Yesoquesloqués?), indicar la necesidad de respetar a las organizaciones con arraigo territorial y resultados sólidos en sus territorios (¿perdóóóóóóóón? ¿Cuáles?) y señalar que esto es un antes y un después.

Pues no: como señaló el eslabón perdido que gruñó en el ayuntamiento de Madrid, es más de hostias, de peleas cainitas y de miopía. Más de lo mismo. Más de lo de siempre.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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