Según el psicópata de la Moncloa, el desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer y los corifeos mediáticos de uno y otro, la ley de bajada de pantalones (perdón, quería decir de amnistía) iba a servir para pacificar Cataluña y normalizar la situación.
Y, como he señalado (con gran éxito de
crítica y público, todo sea dicho) en LinkedIn, lo único que se ha conseguido
es la vuelta a la normalidad. A lo que viene siendo normal en Cataluña durante
el último medio siglo, que consiste en que los secesionistas se pasan por el
escroto las disposiciones legales y resoluciones judiciales que no son de su
agrado.
Y, así, los separatistas se apoderaron de la mesa de la asamblea legislativa regional y desafiaron al Tribunal Constitucional al
aceptar el voto de dos prófugos. Aunque, como veremos, esto no tendrá consecuencias…
…lo cual no deja de ser, tristemente, también normal.
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