lunes, 8 de septiembre de 2025

Los suecos dejan de hacerse el ídem

Una cosa es la filantropía, el humanitarismo (humanitario es aquello que beneficia a la humanidad, luego no hay tal cosa como catástrofes humanitarias -si son catástrofes no son humanitarias, y viceversa-, si exceptuamos el caso de que se hunda el techo del salón de reuniones del palacio de la Moncloa o del Kremlin, por poner dos ejemplos), y otra cosa es regalar a manos llenas el dinero que los gobiernos expolian a los ciudadanos y que tanto ha costado a éstos ganar.

Durante décadas, la izquierda meridional europea ha puesto a los países nórdicos como paradigmas a seguir, como ejemplo de que la socialdemocracia funciona, como muestra de que hay una alternativa (viable) al liberalismo económico.

Pero los escandinavos son cualquier cosa menos tontos (incluidos los de izquierdas), y han acabado viendo que hay cosas que, lisa y llanamente, son insostenibles. Se han dado cuenta de que no todo el monte es orégano y en Suecia se han cansado del despilfarro: auditará la ayuda al desarrollo y sólo financiará la que tenga un impacto probado (más allá de los bolsillos de los políticos involucrados a uno y otro lado de la ayuda, se entiende). A ver si por aquí abajo toman ejemplo.

Aunque, la verdad, no lo creo.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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