En España es lugar común que la Justicia avanza despacio. Eso es innegable, y hay veces que la pena se aplica en unas fechas tales que ya no supone consuelo alguno para las víctimas.
Por otro lado, es cierto que avanza. Poco a
poco, paso a paso, pero avanza. Y bien lo sabe el fiscal particular del
desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer, que el próximo mes de Octubre será (por
fin) juzgado en el Tribunal Supremo por siete magistrados.
De momento, ya le han impuesto una fianza de
ciento cincuenta mil euros para el caso de que sea condenado y tenga que
indemnizar a la pareja de la presidente de la comunidad autónoma de Madrid. No
por nada, el encausado teme ser embargado.
Que se lo hubiera pensado mejor antes de seguir a pie juntillas los (presuntos) dictados del psicópata de la Moncloa.
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