martes, 9 de septiembre de 2025

Marineras de agua dulce

Cuando una persona tiene la vida más o menos solucionada, meterse a redentor de causas ajenas resulta, cuando menos sospechoso. Te llames Federico Engels, Carlos Marx, Vladimir Ulianov, Carolina Bescansa, Inmaculada Colau o Greta Tarumberg.

Más que nada, porque no vas a renunciar a tus privilegios por mejorar la vida de los demás. Harás soflamas, postureo, pero cuando las cosas vengan mínimamente mal dadas, te retirarás con el metafórico rabo entre las piernas.

Eso es lo que sucedió con la flotilla humanitaria más importante de la Historia (dicen), que zarpó de Barcelona con la petarda sueca y la cochina catalana, rumbo a Palestina… y que, en cuanto el mar se picó un poco, dio media vuelta y regresó a puerto.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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