Queda más de un mes para que trate el tema en una de las reflexiones atemporales, pero supongo que la idea surgiría de esta noticia.
Y la noticia fue que los medios de
comunicación de Marruecos -en una autocracia como la que hay al Sur del
estrecho de Gibraltar, la opinión publicada es la del sátrapa- cargaron contra
la visita de Su Majestad el Rey don Felipe VI, a quien Dios guarde muchos años,
a Melilla. Según esos medios, tal visita violaría la integridad territorial del
país.
Podría explicarles que Melilla (y Ceuta, y las Islas Canarias) ha sido España
desde mucho antes de que Marruecos fuera, no ya una nación independiente, sino
algo más que un puñado de tribus beduinas. Podría explicarles que los que han violado
la integridad territorial de un país han sido ellos, y el país violado ha sido España,
porque el islote de Perejil, aunque ínfimo y dehabitado, aunque mucho más
próximo a Rabat que a Madrid (el doble en el caso de la capital de España), es,
según el Derecho Internacional, parte de España.
Podría explicárselo, pero ni tengo ganas de hacerlo ni ellos capacidad para entenderlo.
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