Los de la mano y el capullo no sólo son especialistas en predicar una cosa y practicar la contraria. Además, no tienen óbice ni cortapisa en criticar algo que permiten, mientras sacan dinero del tema (esto nunca lo pierden de vista).
Es el caso del tabaco. Yo no soy fumador, ni
lo he sido nunca, pero respeto a los estúpidos que introducen humo en sus
pulmones. Pero el desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de
padecer se encuentra en una guerra feroz con el sector del tabaco -al frente de
esta embestida está MoMiMeMa-, al tiempo que Hacienda aumenta la recaudación por ese producto.
Y es que todo es bueno para el convento, que dijo aquél.
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