En España, los intelectuales se consideran tan inteligentes, y a los demás tan crédulos, que a veces se pasan de listos.
Es el caso de la pregonera (llamarla periodista
sería denigrar la profesión más de lo que ya se encuentra) en la cadena SER
del desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer, Ángeles
Barceló, que se fue a Israel a presumir de que hacía su programa cerca de la frontera con Gaza.
Mujer, hacerlo en el lado seguro no tiene
mérito. Lo que de verdad sería loable es que tuviera el valor de hacerlo desde
territorio palestino, donde mandan esos que respetan tanto la vida y derechos
de mujeres, occidentales, homosexuales y, en general, cualquiera que no piense
como ellos.
Pero eso sería suponerle valor a la susodicha, algo de lo que, mucho me temo, está ayuna.
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