Cuando se pretende señalar que alguien es el menos indicado para hablar de un tema determinado, se hace el símil de que es como si la Pompadour hablara de castidad.
Pues eso. El psicópata de la Moncloa propuso,
a mitad del mes pasado, un pacto de Estado contra la emergencia climática para luchar contra el fuego y las DANAS. Él, que no cree en los pactos, sino en la
imposición, y que ha faltado a su palabra más veces de las que se puede
recordar. Porque los pactos son para cumplirlos, y ya sabemos cómo cumplen estos
los pactos.
Y encima tiene suerte, porque antes de que le
pudieran hacer preguntas comprometedoras, una periodista se desmayó durante su comparecencia y él, con cara de circunstancias, y tras dejar pasar unos segundos,
dijo Bueno, muchas gracias y esperemos que se recupere cuanto antes,
fuese y no hubo nada.
Claro, que antes no es que hubiera mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario