Los titiriteros españoles tienen dos graves problemas: son (como gremio) profundamente sectarios y se creen el ombligo del mundo.
Por eso, que Javier Bardem y cineastas españoles
pidan cancelar a Christopher Nolan por haber rodado su Odisea en
el Sáhara Occidental sólo puede -a pesar de que, por una vez, esa gentuza esté
apoyando al bando correcto, supongo que por equivocación- tener una
consecuencia.
Que el director británico no tenga ninguna noticia de semejante petición.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario