Dicen las malas lenguas que los de la mano y el capullo sólo aciertan cuando rectifican. Los de la hoz y el martillo, ni siquiera.
Los neocom se presentaron, en el momento
de crisis del bipartidismo, como enemigos de la casta y defensores de la
gente. Como (casi) todos los políticos comunistas que en el mundo han sido,
lo único que querían era pillar cacho, vivir a todo tren sin dar ni golpe (eso
de trabajar es taaaaan cansado y taaaaan aburrido) y, en cuanto a la gente, si
te he visto no me acuerdo y aquí paz y después gloria.
Esto es especialmente hiriente en la tucán de
Fene, que en cuanto se subió al coche oficial empezó a lucir trapitos por aquí
y trapitos por allá. Y ahora es su hija la que, junto a ella, aparece llevando
un bolso de una marca de lujo. El lujo y el comunismo son una contradicción
andante, así que algo tenía que decir… y lo que dijo es que el bolso no era
auténtico, sino que lo había comprado en un mercadillo. Es decir, que fomentan
la venta de falsificaciones, la piratería, el top manta…
…aunque, por otro lado, siempre han mostrado especial simpatía por esa gente, así que no sé de qué nos extrañamos.

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