Los políticos en general, y los de izquierdas en particular -admito la posibilidad de un sesgo ideológico en mi valoración anterior- actúan en general como si fueran a permanecer en el poder para siempre.
Porque establecen, o proponen, medidas que
buscan aplicar a los demás, pero que si les fueran aplicadas también a ellos considerarían
como algo intolerable (que lo son). Es el caso de la marquesa de Villa
Tinaja, que siempre parece cabreada y con la necesidad de demostrar que
tiene un orificio bucal varias tallas superior al que le corresponde.
Bueno, pues la interfecta propone imponer
sanciones por violencia política de género. Vamos a suponer que bajo tal
expresión se encuentra el concepto de ataques a mujeres que ejercen la
política, ataques que se producen exclusivamente por ser mujeres.
¿Consideraría incluidos en tal supuestos los
ataques, verbales o físicos, que sufrieron Soraya Sáenz de Santamaría, Cristina
Cifuentes, Inés Arrimadas… por poner sólo algunos ejemplos?
Ya me parecía.
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