El desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer ha ido colocando, al cargo de la cartera de Sanidad, sujetos sucesivamente más impresentables.
Al filósofo perico, inane y cómplice en la
muerte de decenas de miles de españoles -como lo es todo el desgobierno
socialista que tenemos la desgracia de padecer- le sucedió otro pájaro de
cuenta, una canaria; y a ésta, tras uno que estuvo apenas ocho meses y del que
no me acordaba, una MeMa más atenta a las proclamas que a la verdadera gestión.
Tanto es así que se ha dedicado a airear las
carencias del sistema de cribado de cáncer de mama en Andalucía -omitiendo que
el sistema vigente es el instaurado por la que fuera portacoz del
gobierno-, mientras tanto ella como el partido de la mano y el capullo callan lo que ocurre en los territorios que son responsabilidad de la izquierda: todo un
año sin realizar cribados de cáncer de colon en Melilla, porque el Ministerio
dejó caducar el convenio de 2.017 y se negó a renovarlo durante más de un año; poner
en Ceuta como responsable de las mamografías a alguien sin la cualificación
necesaria (un técnico en FP); tres mil mamografías que no se realizaron en la
zona de Talavera, en Castilla-La Mancha; ¡ciento sesenta y siete mil
mamografías! que no se llegaron a realizar en Valencia bajo el mandato de Timo
Puig, entre 2022 y 2023.; o cuatro mil mamografías paradas en Asturias
entre noviembre de 2.019 y noviembre de 2.020, mientras el Partido Socialista
ascendió en 2.023 al cargo de consejera a la gerente del Servicio de Salud del
Principado de Asturias, implicada en la crisis de los cribados de cáncer de
mama.
Pero eso sí, la mano derecha de la MeMa sostiene que, si te tocas las tetas, que sea solo por gusto.
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