La caterva actual del partido de la mano y el capullo presenta, entre sus rasgos, dos que guardan una relación de causa a efecto.
La causa sería la profunda ignorancia que
muestran la mayoría. No es que no hayan tenido en general vida profesional al
margen de la política; es que tampoco podrían tenerla, porque carecen de
inteligencia, de formación, de conocimientos.
La segunda es su osadía. Decía mi madre que
la ignorancia es osada, y con estos acierta de pleno. Se creen tan intocables,
tan protegidos, tan seguros, que no muestran empacho en vanagloriarse de ello. La
tuercebotas de Leire Díez, a lo que parece un cruce entre correveidile y
mamporrera, se despachó a gusto en su intento de torcer la mano al ministerio
público, cuando afirmaba que era la mano derecha de Santos Cerdán, y que éste no iba a aparecer nunca.
Pues cómo sería la izquierda…

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