lunes, 17 de noviembre de 2025

Sí, seguro

Entre los muchos destrozos de la gramática, la semántica, la prosodia y el buen gusto, que el primer presidente de gobierno socialista elegido democráticamente en España -se empeñe lo que se empeñe la izquierda, la segunda república fue cualquier cosa menos una democracia- perpetró se encuentra aquella de hipotizar los futuribles, que vaya usted a saber qué es lo que quiere decir, pero que anda pareja a la de considerar Héctor como un nombre bíblico.

Pues bien, los epígonos de quien se hiciera llamar Isidoro son especialistas en decir, a toro pasado, que habrían hecho lo contrario de lo que realmente hicieron. Es el caso de las diputadas del partido de la mano y el capullo, que afirman que habrían apoyado la reprobación de la ministra de Lomismodá por el fallo de las pulseras anti maltrato.

Lo que las detuvo fue algo tan sencillo como que, si hubieran obedecido a su conciencia, habrían perdido el beneficio de su oficio de mujeres públicas. Esto último, dicho sea en el mejor sentido posible de la expresión, pero con la peor de las intenciones.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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