A veces, la casualidad tiene estas cosas, y me junta el mismo día dos entradas que tienen un tema parecido. Tal cosa ocurre hoy.
Porque en la primera entrada hablaba de la
distancia astronómica que separa al partido de la mano y el capullo de la
verdad. Y esta nace de las declaraciones del presidente de Radio Televisión Espantosa
(Rosa María Mateo dixit, hoy vamos de citas), cuando se calificó como el mayor
experto mundial de sí mismo y afirmó, campanudo, que no le daba instrucciones ningún partido.
Probablemente sea porque sabe muy bien lo que tiene que hacer para agradar a su amo.

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