En una democracia normal, los cambios de presidente del gobierno se producen una vez la legislatura ha durado lo que establece la legislación, a través de unos comicios. En esto, como en tantas otras cosas, España es diferente.
Ciñéndonos sólo a la democracia -Arias
Navarro quedaría fuera, por lo tanto-, vamos a repasar: Suárez dimitió,
Calvo-Sotelo duró apenas año y medio (y todavía no había comenzado cuando hubo
un intento de golpe de Estado, o cosa parecida), Felipe González duró cuatro
legislaturas, Aznar duró ocho años justos pero se fue con un atentado
terrorista no del todo aclarado (para algunos, al menos), Rodríguez se tuvo que
ir porque le echaron los de su partido, a Rajoy le desalojó una moción de
censura y parece que al psicópata le van a tener que sacar con grilletes camino
del trullo.
España y yo somos así, señora…

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