Cuando
ataqué esta novela pensé que sería del estilo de Darth Plagueis o Tarkin,
esto es, que contarían la vida del personaje hasta que irrumpe en la trama de La
guerra de las galaxias. Sin embargo, nada más lejos de la realidad.
En
parte es, supongo, porque cuando la togruta de los sables láser verdes irrumpió
en la película de animación de Las guerras clon era apenas una adolescente,
así que no tenía mucha historia detrás. Pero es que, además, había una fase que
ofrecía, a priori, mayor interés: el período que medió entre las dos series
recientes de animación del universo de La guerra de las galaxias, esto
es, la citada Las guerras clon y Rebeldes. Al final de la
primera, Ahsoka había abandonado la orden Jedi, mientras que en la segunda -por
lo que he leído- aparece ya adulta, obviamente tras sobrevivir a la orden 66 y
con dos sables láser cuya hoja era de color blanco.
Todo
eso se explica, en mayor o menor medida, en la novela que comento (someramente,
como acostumbro) en esta entrada. Una novela puente, por lo tanto, que
no ahorra detalles duros ni muertes a mansalva -especialmente en el tramo
final- en el bando de los buenos, pero que también tiene espacio para
ocasionales pinceladas de humor y ternura.
Es
decir, que aunque no era lo que esperaba no me ha desagradado en absoluto, y
con la que abandono el universo creado por George Lucas por una temporada,
mientras me dedico a otras lecturas.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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