Ya
dijo nuestro Señor Jesucristo que es más fácil ver la paja en el ojo ajeno que
la viga en el propio. En esto, los políticos españoles -y no digamos ya los de
izquierdas- cumplen a pie juntillas la sentencia evangélica. Muestran una extraordinaria
agudeza visual para apreciar los defectos de sus vecinos, al tiempo que adolecen
de una miopía galopante en lo que se refiere a reconocer esos mismos defectos
-muchas veces corregidos y aumentados- en ellos mismos o en sus
correligionarios.
Así,
si el Chepas habla de una conjura de las cloacas del
Estado contra él, podríamos haber apostado, duros contra pesetas como solía
decirse antes de 2.002, sin miedo a perder que era él el que estaba metido de
hoz y coz en una conjura como conjurado, y que si alguien estaba usando esas cloacas
era precisamente él.
Porque,
de lo contrario, ¿cómo iba a saber ya en Julio de 2.016, que las fotos del
móvil de su entonces asesora, ahora plumilla a sueldo y siempre subordinada,
Dina Bousselham, habían sido ofertadas a varios medios de comunicación?
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario