Ya
hace tiempo que señalé -me acabo de repasar mis entradas pendientes, y veo que
no aparece, así que la conclusión lógica es que ya la publiqué- que el mayor
enemigo de Junior es el propio Chepas. Su soberbia -tanto en su
acepción de creerse mejor, más inteligente, taimado y astuto que los demás,
como en la de tener propensión a la ira- será la que, más pronto que tarde
(Dios me lea), le lleve al desastre.
Viene
esta reflexión al hilo de leer la noticia de que los neocom -es decir,
el Coletas y otros tres, supongo- celebraron en 2.016 una reunión sobre
el caso Dina, y la valoración del equipo jurídico del partido: Nuestra
argumentación hace aguas, archivo total.
Pero
cuatro años después, el líder único sigue con su matraca de la conjura de las cloacas
contra él, lo que demuestra, sobre todo lo demás, una cosa: que la única
persona a la cual escucha es él mismo.
Pues
nada, que siga haciéndolo, mientras el resto de las ratas abandonan un barco
que se va a pique y que, esperemos, nunca más reflote. Por el bien de España.
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